Cuenta hasta siete… 

Ese es el tiempo que nos toma formarnos una primera impresión de alguien. 

Dentro de esos siete segundos vas a tomar decisiones que quizá sean un gran impacto en tu vida con respecto a un perfecto desconocido: ¿es alguien con quien quieres trabajar? ¿puedes confiar en él? ¿es amistoso? ¿le comprarías su producto o servicio?

Ahora, piensa que eso aplica también hacia ti ¿qué es lo primero que piensan tus personas objetivo (clientes, superiores, subordinados, colegas, competidores) en el instante en que te conocen?

Por eso, asegúrate de que la primera impresión que causas, sea la mejor; así facilitarás que cada nueva persona decida que sí quiere conocerte y, en consecuencia, contratarte.

Debido a que somos seres mayoritariamente visuales, tu imagen física será el elemento que refleje tus habilidades, capacidades y profesionalismo en primera instancia. Revisa que esté a la altura de lo que quieres que perciban los demás.

Hay cosas básicas que debes revisar cada vez que vas a conocer a alguien: tu higiene personal, cabello bien arreglado, zapatos limpios, ropa adecuada para la ocasión, manos limpias con uñas cortas; algo que en general debes tener siempre en cuenta.

Si a lo anterior le sumas el hecho de que conoces perfectamente tus características físicas y las aprovechas para lucir siempre profesional, el impacto que causarás será congruente con el objetivo que deseas alcanzar. 

Recuerda que sólo tienes una oportunidad para causar una primera buena impresión.

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Jessica Camargo Romero

Consultora de Imagen

Socia & Fundadora

Socia Digital